EBAKI invierte 12M € en una sierra más flexible y productiva


El objetivo: Darle al mercado la madera que quiere, en cada momento.

La madera que sale del aserradero, a menudo, no es la que el mercado quiere. Sería ideal separar sus diferentes grados de calidad, antes de procesarla. Parte del mercado aprecia y valora que la madera no incorpore ciertas singularidades, y está dispuesto a pagar más dinero por ella. Son cantidades limitadas de madera, que el sistema tradicional de selección no permite detectar, a priori.

 

EBAKI va a incorporar a su aserradero una instalación flexible, aunque no la más flexible. Será bastante productiva, pero no la más productiva. Se adaptará a un rango de diámetros intermedio, en el cual el País Vasco dispone de una cantidad de madera abundante. Que permitirá fabricar prácticamente todas las calidades posibles. Coincidiendo con la parada de verano, se unirá la nueva línea a las ya existentes. Y, a partir de septiembre, comenzará a funcionar, a ritmo, hasta alcanzar el nivel máximo, previsto, para la instalación. “Confiamos en que, para finales de año, estaremos funcionando a tope”, informa Eduardo Márquez, gerente de EBAKI XXI, S.L.

 

La firma vizcaína va a invertir en esta instalación en torno a 12 millones de euros. Que se han empezado a ejecutar. La obra civil está prácticamente terminada, y es inminente la colocación de las primeras máquinas. Antes del verano está previsto acometer las primeras pruebas.

 

Con esta inversión, EBAKI se va a convertir en el aserradero que más madera va a producir en España. A la par de MADERAS JOSE SAIZ, en Cantabria. Más lejos se posicionarían otras firmas como FINSA, ETORKI, SERRADORA BOIX y también LOSAN, con su nuevo aserradero.

 

SELECCIONAR, ANTES DE CORTAR

 

Las grandes novedades que EBAKI va a incorporar son tecnología de última generación, para poder automatizar al máximo las líneas de producción y, además, para ser capaces de seleccionar a priori, cuanto antes mejor, aquellas piezas de madera que tengan una calidad significativa. Históricamente, esto se hace al final. Después de cortar. Sólo se trata de obtener volumétricamente el mayor rendimiento. Para a continuación separar lo bueno de lo malo. “Esta forma de proceder, a nuestro juicio, no es la apropiada para las características de la madera que tenemos en el País Vasco -observa Eduardo Márquez-. Ese modelo es costoso, requiere mucho personal. Y no salen los números”.

 

EBAKI lo hará justo al revés. Partiendo de la mayor selección posible de la madera en el monte, empezará a tomar decisiones, por medio de tecnología, que permitan ir adaptando la producción a la demanda y a las exigencias de los clientes. Habrá escáners que desvelarán las propiedades de cada troza de madera, y que aconsejarán la forma óptima de aprovechar ese material y lograr su valor máximo en el mercado. Extrayendo el jugo a una madera tan heterogénea como la que existe en el País Vasco. No son bosques como los de Chile o Nueva Zelanda, muy manejados, con una silvicultura intensiva, donde ya en el monte se ha decidido lo que van a ser, cuando su madera llegue a la industria. “Aquí no estamos en ese nivel, ni de lejos. Por lo tanto, hay que optimizar en la primera transformación”, afirma Eduardo Márquez.

 

ADAPTAR LA INDUSTRIA A LA FORESTA

 

En el mundo forestal, la industria transformadora de la madera es la que se tiene que adaptar a la realidad de la foresta que tiene, y de la que se nutre. Es muy complicado modificar la silvicultura a corto plazo. Y que se adapte a lo que a la industria, en cada momento, le viene bien. O a lo que el mercado demanda.

 

  

 

“Es la industria la que ha de adaptarse a lo que hay. E intentar con eso que el negocio funcione”, consideran en EBAKI.

 

EBAKI tenía limitaciones técnicas para poder procesar en su aserradero todas las parcelas que hay en el bosque vasco. Bien porque los diámetros son demasiado grandes, o bien porque para ese tipo de morfología de la madera, no tenía una instalación competitiva.

 

“Complementaremos lo que tenemos con más medios, que nos van a permitir procesar en nuestras instalaciones todo el abanico de tipologías de bosques que existen en el País Vasco, y hacerlo de una manera razonablemente competitiva -explica Eduardo Márquez-. No vamos a ser los súper especialistas ni los números uno en nada, pero sí alcanzaremos un nivel de notable para arriba en casi todas. Podremos movernos en diferentes mercados, en función de la realidad de cada momento”.

 

Dado que el mundo de la primera transformación maneja márgenes pequeños, el volumen de la producción es muy importante. Es la única manera de tener cierta presencia a nivel internacional, acceder a ciertos nichos de mercado, dando por sabido que es imposible competir con las empresas de las grandes áreas forestales europeas.

 

ATENTOS A LA EVOLUCION DEL MERCADO

 

Con la crisis, EBAKI sintió necesidad de mirar afuera, a complementar volúmenes de ventas. Aumentó su actividad en Europa y puso los pies en el norte de Africa y algunos países asiáticos. “Seguimos teniendo cierta presencia en estos mercados, aunque el mercado nacional es hoy capaz de absorber toda nuestra producción -considera Eduardo Márquez-. Queremos seguir estndo allí, porque nunca sabemos lo que va a ocurrir en el futuro”.

 

En España hay un consumo de madera para embalaje, sumando palets y embalaje industrial, que supera el millón de metros cúbicos de madera anuales. EBAKI va a tener una capacidad de producción de unos 100.000 m3 por año. “Cogeríamos una cuota máxima del 10%, que es una cuota significativa”.

 

 

 

Para el resto de los productos que EBAKI fabrica, la diversidad de mercados es grande, ya que la firma vasca ofrece materia prima y semielaborados a las industrias del mueble, la construcción con madera y la madera estructural, los componentes para la carpintería industrial... “Tenemos diversificados los productos y también los mercados y los clientes. Evitamos la concentración, para eludir riesgos. En la época previa a la crisis, hacíamos lo contrario, y ello suponía un gran riesgo para la empresa”.

 

“Desde el punto de vista de la explotación forestal en el País Vasco, lograremos cierto equilibrio y estabilidad, y conseguiremos que éste deje de ser un mero territorio de subasta”, observan en la firma de Muxika.

 

Lo que iba a basarse en un modelo de alianza comercial, ha concluido como modelo de participación societaria. “Hemos involucrado a gente de nuestro entorno, proveedores y clientes, con el objetivo de consolidar una garantía de suministrio y también una garantía de mercado, en aquellos casos en los que mostrar estabilidad es esencial”, explica Eduardo Márquez.

 

Con su nueva instalación, EBAKI transformará pronto madera de máxima proximidad, auténtica madera de kilómetro cero. “En la medida en que seamos capaces de procesar en nuestra instalación los bosques próximos, la madera de nuestro entorno que hoy no está viniendo a nuestra instalación, y se está llevando a ser procesada a otros sitios, acabará llegando a EBAKI, con el consiguiente ahorro de transporte y logístico. Un ventaja económica para la empresa, y una ventaja ambiental para nuestro entorno”.

 

 

EBAKI confía en que se mantenga un buen ritmo de producción y venta en los próximos años, para amortizar la importante inversión llevada a cabo. “Tarde o temprano llegará una nueva situación de mercado difícil -concluye Eduardo Márquez-. También hay que preocuparse de preservar un nivel de aprovisonamiento que permita mantener el ritmo de actividad deseado. Es un reto. El País Vasco posee un macizo forestal pequeño. Cerca de un macizo forestal grande, en Francia. EBAKI tiene articulado el aprovisionamiento, sobre la base de que algunos de los nuestros proveedores son socios de la compañía. Lo cual da cierta tranquilidad y garantía de un futuro”.

 

MADERA: MATERIAL DEL FUTURO

 

En todos los mercados hay “un tempo”. No se puede ir muy despacio, ni muy rápido. Si vas muy despacio desapareces, te compran o te absorben. Si vas muy rápido, te puedes salir de la vía. “En EBAKI creemos que el tempo de la madera es crecer, porque es el material por excelencia, se va a imponer porque sí, sin que hagamos mucho. Haciendo, todavía más -observa Eduardo Márquez-. Avalada por los conceptos de sostenibilidad, de economía circular, de bioeconomía... La madera es el material de moda, y del futuro. Como lo fue hace muchos años. La Humanidad se ha desarrollado tomando como base este material. Todos sus instrumentos han sido, o continúan siendo, de madera. Muchas cosas volverán a ser de madera. Se volverá a utilizar para muchas aplicaciones. Ahora bien, debemos garantizar a las personas que los productos de madera tendrán las mismas o mejores prestaciones que aquellos que utilizan actualmente. Las casas, las ventanas, el pavimento, la energía … Nadie quiere retroceder en comodidad y prestaciones. Esto hay que tenerlo muy en cuenta”.