Analizada en el INIA la situación actual y medidas de control de Bursaphelenchus xylophilus y Fusarium circinatum
El pasado día 5 de marzo, el salón de actos del INIA acogió una jornada técnica cuyo objetivo era informar al sector industrial sobre la situación actual en la que se encuentran las investigaciones sobre el control de dos organismos de cuarentena de las masas forestales de coníferas: el nematodo Bursaphelenchus xylophilus y el hongo Fusarium circinatum, lo que ha obligado a la Unión Europea a tomar medidas para evitar su propagación.
- Biología y vías de transmisión de Bursaphelenchus xylophilus. Dr. Alfonso Navas. Director del Laboratorio Nacional de Referencia de Nematodos Fitoparásitos del Museo Nacional de Ciencias Naturales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Ministerio de Economía y Competitividad (MINECO):
Bursaphelenchus xylophilus es probablemente el principal problema fitopatológico del pino fuera de su área de origen, donde no causa problemas (América del Norte). Este patógeno, conocido como nematodo del pino, se citó en Portugal por primera vez en 1998, donde tiene una amplia distribución en todas las masas forestales y ha sido citado ocasionalmente en España de donde ha sido erradicado. Al tratarse de un organismo de cuarentena, siempre se tiene que hacer un diagnóstico molecular que impida la confusión con una especie hermana muy común en los pinos (B. mucronatus).
Este nematodo presenta dos características que hacen especialmente difícil su control: su polifagia y su persistencia. Tiene una relación forética con insectos cerambícidos que actúan como vectores (propagadores) y es capaz de alimentarse de hongos microscópicos y sobrevivir en árboles, tocones o en el suelo. En realidad, son nematodos micófagos que pueden también alimentarse de células vegetales del pino.
Monochamus galloprovincialis es su principal vector. Este escarabajo del pino se encuentra en toda Europa aunque el patógeno no se ha manifestado en países más al norte de “la isoterma de 20ºC”, temperatura necesaria para su desarrollo; sin embargo se puede hipotetizar que con el cambio climático, más zonas de Europa se verán afectadas en un próximo futuro. El radio de dispersión del M. galloprovincialis es de 21 km. y transporta el nematodo “pegado a su cuerpo” (en general bajo los élitros), tanto de juveniles infectivos como de juveniles que están en estado de latencia durante meses si las condiciones no son favorables. Cuando las condiciones vuelven a ser favorables los juveniles pasan a adultos en poco más de 24 horas.
El escarabajo se alimenta de tejidos vegetales hasta el mismo xilema, provocando heridas que facilitan la entrada del nematodo, siendo la entrada en la zona superior de crecimiento en altitud. A su vez, el nematodo, que se alimenta de las células vegetales, deja paso a enfermedades de tipo bacteriano o fúngico. Dado que hay especies de pino que son más sensibles que otras se considera que la variabilidad genética detectada en B. xylophilus pudiera estar asociada a la existencia de razas (aún por descubrir). El nematodo solo necesita 5 semanas para matar el árbol, provocando cavitaciones en las zonas del cambium y generando masas de nematodos que bloquean el floema, provocando su muerte. Al principio, el pino presenta los mismos síntomas que los provocados por “la seca” o incluso por procesionaria. En la primera semana ya se detecta la pérdida de humedad de la madera, que se puede utilizar como un método indirecto de estudiar la agresividad o virulencia sobre distintas especies de pino.
Cabe destacar la importancia que tendría distinguir entre raza (aspecto que impulsa una línea de investigación en China, por ejemplo), para poder investigar en resistencia de las coníferas. Por ello, es importante caracterizar epidemiológicamente el patógeno llevando a cabo estudios filogenéticos y conociendo los modos de dispersión.
El MAGRAMA lleva realizando un muestreo exhaustivo 3 años, en los 3 focos principales detectados en España. La mayoría de detecciones en España se han realizado mediante registros de la Guardia Civil en madera de Portugal. Además estamos buscando marcadores específicos (basados en proteínas) para detectar la variabilidad entre nematodos de distinta procedencia. Así por ejemplo, los ejemplares españoles son los que mayor variabilidad presentan respecto a esos marcadores, comparados con los de Portugal, América y China.
- Biología y vías de dispersión de Fusarium circinatum. Dra. Rosa Raposo. Investigadora del Laboratorio de Protección Forestal. Dpto. de Selvicultura y Gestión de los Sistemas Forestales, Centro de Investigación Forestal del INIA, Ministerio de Economía y Competitividad (MINECO).
El Fusarium circinatum es el hongo patógeno que provoca la enfermedad del chancro resinoso, es decir, una herida que exuda resina. Se trata de una de las enfermedades más graves del pino. Este hongo ataca tanto en estado de plántula como al árbol.
En el árbol, comienza en las ramas, que presentan chancros, provocando la caída de las acículas superiores y posterior defoliación; extendiéndose a varias ramas y al tronco central. El hongo se dispersa mediante esporas asexuales (macro y microconidios), a corta distancia por viento, o bien a través de insectos, que, de nuevo, trasportan el patógeno y facilitan su entrada. Las condiciones ambientales para que el hongo se desarrolle son una alta humedad yunatemperatura suave (crecimiento óptimo a 20-25ºC), condiciones que, en el caso concreto del País Vasco, zona muy afectada por el hongo, se da una relación directa con las precipitaciones en verano.
En el caso de las plántulas, la afección supone un problema para los viveros. Por una parte, los árboles infectados pueden producir semillas infectadas (aunque sea en una proporción muy baja), encontrándose el hongo tanto en el interior como en la superficie de la semilla; por lo que se puede infectar el sustrato y éste infectar a la plántula que esté en contacto con él. El hongo puede producir la muerte de la planta (damping-off) pero también puede estar presente sin causar síntomas. En este último caso existe el riesgo de que entonces se disperse el patógeno inadvertidamente a la plantación definitiva. Esta enfermedad es reciente, y se da en el Norte de España, en las especies Pinus radiata y Pinuspinaster, principalmente en la primera. Se han localizado focos puntuales en Italia, Portugal y Francia. La dispersión se puede dar en largas distancias a través del material vegetal: semillas, plántula y sustratos; a través de la madera y por las actividades humanas como el comercio. En la madera, el hongo se puede encontrar tanto en madera descortezada, en el serrín o en la corteza, donde es más abundante porque se atrapan las esporas. Además en la madera cortada puede sobrevivir hasta un año; en el caso de que esté astillada, disminuye la transmisión por insectos, pero no el número de esporas.
Se han localizado ejemplares resistentes de P. pinaster , que depende de la localización, y se estima que la herabilidad de la resistencia está en torno al 0.5, por lo que se está trabajando en la resistencia genética. Por el momento, los tratamientos posibles son descortezar y aplicar fungicida, o bien, someterlo a calor.